TORE: KATERINA, CAPÍTULO 7

 


Tore permaneció dos días en observación y le dieron el alta. Katerina había ido a visitarlo los dos días y lo fue a buscar para llevarlo a su casa. Salieron por una puerta trasera para evitar a los periodistas y llegaron en diez minutos a la casa de Tore. Cuando estaba por bajarse, ofreció a Katerina pasar. “Quizás necesites descansar un rato”, le respondió ella. “Mis padres no están y no quisiera estar sólo”, insistió. Entraron a la casa y él le ofreció un café. Se sentaron en el sofá del salón y conversaban mientras tomaban su café. Él le agradecía por haberlo acompañado y visitado en el hospital. Ella retribuía agradeciéndole por ser un buen amigo de Marco y la familia. Conversaron de temas triviales, hasta que se produjo un silencio. Cruzaron sus miradas, se sonrieron, tomaron sus manos y se besaron. Estuvieron así por unos minutos, cuando de pronto se escuchó el ruido de la puerta de entrada. Se reincorporaron, saludaron a la madre de Tore y Katerina, luego de excusarse, se marchó.

Tore se marchó a su habitación con una sonrisa más larga de la habitual, tomó su celular y envió un mensaje de texto que Katerina leyó de inmediato: “¿Cuándo nos vemos?”

Continuará...

El Puma

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