14 VECES HALA MADRID
Real Madrid se consagró campeón de la U.E.F.A. Champions League al derrotar a Liverpool por 1 a 0, en el estadio Saint Denis, situado en las afueras de París. El conjunto "merengue" ratificó su condición de máximo ganador de este certamen a lo largo de su historia. Desde las primeras ediciones, a fines de la década del 50 del siglo pasado hasta hoy, los madrileños levantaron la "orejona" 14 veces. Con grandes jugadores entre sus filas como Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas, Raymond Kopa, Zinedine Zidane, Raúl, Iker Casillas, escribieron las páginas doradas de esta gloriosa institución.
El partido no comenzó de la mejor manera para Real Madrid, dado que su rival tomó la iniciativa y lo superó en los 20 minutos iniciales. Liverpool manejó la pelota y fue más agresivo en ese período de tiempo, disponiendo de situaciones muy claras de gol como un tiro en el palo de Sadio Mané. Los ingleses imaginaban que el gol estaba al caer, mientras que los españoles esperaban que sus adversarios pagaran caro por esas situaciones truncas. Sin embargo, con mucha habilidad e inteligencia, los "merengues" durmieron a "The Reds" recuperando la pelota en el mediocampo, a través de Casemiro y Toni Kroos. No llegaban, pero lograron frenar el aluvión inglés. Al finalizar el primer tiempo, aprovecharon su momento y anotaron un gol que fue anulado por un offside milimétrico a instancias del V.A.R., cuando tras un error del arquero Allison Becker, Karim Benzema había empujado el balón hacia el arco desguarnecido. Pero después de tres minutos de deliberación (algo demasiado exagerado para determinar la existencia o no de una posición adelantada), el árbitro francés Clément Turpin no convalidó el tanto.
El segundo tiempo arrancó de forma totalmente diferente. Liverpool había bajado su intensidad y su generador de juego, el colombiano Luis Díaz, no hacía pie en el mediocampo, siendo absorbido y anulado por los centrocampistas "merengues". Durante varios minutos, ambos equipos se estaban midiendo y tomando excesivas precauciones. Se jugaba al ritmo que querían los madrileños y así fue como se pusieron en ventaja. Federico Valverde entró por el costado derecho del área grande y tiró cruzado, haciendo así un gran pase al vacío que superó a Alison Becker y dejó solo a Vinicius Junior para definir con el arco vacío. Fue un baldazo de agua fría para los ingleses. En ese momento, el panorama era bastante claro. Los "Reds" atacando más por necesidad que por convicción y los "Merengues" esperando y parados estratégicamente para generar algún contragolpe. Durante el último cuarto de hora se vio lo mejor del partido. Liverpool intentó sacar su mejor repertorio y tiró toda la carne al asador cuando hizo ingresar al brasileño Roberto Firmino. Sus intentos terminaron vanos y erigiendo en figura al arquero belga Thibaut Courtois, quien tapó dos situaciones claras generadas por el egipcio Mohamed Salah. Real Madrid pudo haber liquidado el partido en dos contraataques en los que sus jugadores no estuvieron derechos con su puntería. Si bien el resultado justo hubiese sido, quizás, un empate y que se haya jugado un alargue, Real Madrid terminó siendo el campeón porque supo concretar durante su momento del partido, mientras que Liverpool no.
No hubo "mística" (palabra muy utilizada cuando no se puede explicar una situación en el fútbol), ni magia, simplemente hubo virtud de un lado a la hora de definir y error del otro. No hay que buscarle explicaciones mágicas o científicas. Si bien este deporte está cada vez más profesional, más tacticista y más físico, no pierde su esencia que es no dejar de ser un juego en el que puede pasar cualquier cosa. Los resultadistas dirán que Real Madrid fue mejor porque ganó, los líricos dirán que a Liverpool le faltó la suerte que tuvo su rival, se escribirán páginas y páginas explicando lo que pasó y hasta usando lugares comunes y palabras rebuscadas. Pero al final de todas esas palabras, de todas esas explicaciones o excusas, todo desembocará en que los hinchas madrileños gritarán por vez 14 en Europa: "¡Halá Madrid!"
El Puma
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