LA ERA DE LOS TORNEOS CORTOS: 1997, RIVER Y RAMÓN DÍAZ DOMINABAN LA ESCENA


    Avanzaba la década del 90 y el fútbol argentino pasaba por un gran momento, tanto en el nivel desplegado por sus equipos, como por el nivel de los jugadores que reforzaban sus planteles. En Boca Juniors apareció Mauricio Macri y abrió la billetera para traer mucha jerarquía (el resultado se vería plasmado años más tarde con la era más exitosa de la historia "xeneize"), mientras que en River Plate no se quedaban atrás. Vélez Sarsfield, el alter ego de esa década, no incorporaba con grandes erogaciones, sino que utilizaban estas últimas para mantener al plantel ganador que seguía dando alegrías a sus hinchas. 

    Para el torneo Clausura de 1997, los de Núñez defendían el título. La pregunta de muchos seguidores era si podría mantener el alto nivel con el que había mantenido para obtener el campeonato anterior. En las primeras fechas, la respuesta parecía ser positiva. Sin embargo, con el pasar de los partidos, el nivel comenzaría a bajar. El primer indicio de ello se vio en el superclásico disputado en el estadio Monumental, en el que Boca se puso 3 a 0 arriba, apabullando a su máximo rival. Sin embargo, en una muestra de mucho carácter, logró igualar el marcador, celebrándose ese resultado como un triunfo. No había logrado vencer a Boca (como durante la mayor parte de ese década triunfal), pero sí consiguió no perder en ese torneo. Luego vinieron dos goleadas en contra, 4 a 1 ante Estudiantes como local (en donde se lució Martín Palermo) y 5 a 1 ante Colón en Santa Fe (en el que la figura fue Cristian Castillo). Parecía que las esperanzas de ser campeón se desmoronaban. 

    Sin embargo, partido a partido, River fue levantando su nivel. Tocado en su orgullo, el conjunto "Millonario" comenzó a recuperar jugadores lesionados y los triunfos llegaron. Tal es así, que se consagró campeón (al igual que en el torneo anterior) frente a Vélez, esta vez en Liniers. Enzo Francescoli con dos goles volvió a erigirse en figura, consolidando al equipo. Ramón Díaz terminó de recibirse de ídolo en ese día, siendo vivado por la tribuna riverplatense. Su equipo dominaba la escena y aún le quedaba mucho hilo en el carretel.

El Puma

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