HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 1950, LUEGO DE LA POST GUERRA LLEGÓ EL MARACANAZO
El mundo estaba paralizado y en una de los peores momentos de su historia. La Segunda Guerra Mundial causó destrozos, muertes, pobreza y desolación. El fútbol no era ajeno a todo esto y, si bien en Sudamérica siguieron las competiciones, los Mundiales se habían detenido. Después del obtenido por Italia en 1938, pasaron 12 años hasta que se realizara el siguiente. La sede elegida fue Brasil. Para esa ocasión, se construyó el estadio más grande del mundo en Rio de Janeiro: el mítico Maracaná.
Brasil había sido candidata a la organización para 1942, junto a Alemania y Argentina. Para 1950, la F.I.F.A ratificó la elección del país sudamericano. Este campeonato contó con muchas curiosidades y sorpresas. Fue la única edición en la que no hubo final, sino una zona de cuatro equipos en la que se llevaba el título quien más puntos obtenía.
Italia, último campeón, llegó diezmada por la tragedia aérea de Superga, el año anterior, en la que perdieron la vida los integrantes del mejor equipo local del momento, Torino. De los 11 titulares del conjunto "azzurro", 10 eran de Torino. Por ese hecho, los europeos quedaron en shock y decidieron viajar a Brasil en barco, en un viaje que duró dos semanas, llegando sobre la hora y con muy poco entrenamiento. Cayeron por 3 a 2 ante Suecia y vencieron a Paraguay por 2 a 0, no pudiendo clasificar a la zona final.
Fue el primer Mundial disputado por el país creador del fútbol: Inglaterra. Los británicos llegaban como serios candidatos al título, pero se quedaron en la primera fase a manos de España. Pero lo más insólito fue su derrota ante Estados Unidos, que contaba con un solo futbolista profesional.
Uruguay regresó a disputar la máxima competencia después de haber obtenido el título en 1930. Brasil se contaba como otro de los candidatos a ganar el torneo. Los verdeamarelos contaban con un gran equipo y un goleador temible como Ademir (máximo artillero de ese campeonato). Argentina no participó, por un conflicto de la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A) y la Confederación Brasileña de Fútbol (C.B.F).
A la fase final clasificaron Brasil, Uruguay, España y Suecia. El local venció a los dos europeos con mucha facilidad, mientras que los "charrúas" apenas consiguieron empatar con los ibéricos y vencieron agónicamente a los escandinavos. Para el último partido, a Brasil le alcanzaba con solo empatar. La "canarinha" era favorita por ser local, por su poder ofensivo y hasta por la obligación de los "celestes" de tener que ganar. Y durante el partido, hasta por ponerse en ventaja por intermedio de Friaca a comienzos del segundo tiempo. Pero enfrente estaba Uruguay. El campeón olímpico de 1928 y mundial de 1930 iba a vender cara su derrota. Ese día se consolidó la "garra charrúa" y se forjó el "maracanazo". Faltando pocos minutos, José Schiaffino primero y Alcides Ghiggia después, los rioplatenses dieron vuelta el resultado, dejando sin palabras a 200 mil personas que asistieron al partido y sumiendo en el olvido y en un inmerecido desprecio de los fanáticos brasileños a ese gran equipo de 1950, cuyo mayor pecado fue salir segundo.
Uruguay se volvió a consagrar campeón del mundo, como dos décadas antes, y se consolidó junto con Italia, como el equipo que más veces había obtenido el título.
GOLEADORES
El Puma
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