CAMPEONES SIN CORONA: REGGIE MILLER
La mayor parte de la década del 90, mientras jugó Michael Jordan, fue de dominio absoluto por parte de Chicago Bulls. Sin embargo, los rivales del equipo dominador eran muy fuertes y sus líderes eran enormes. Entre esos conjuntos se encontraban Phoenix Suns, New York Knicks, Los Angeles Lakers, Portland Trail Blazers, Utah Jazz, Seattle Supersonics, Orlando Magic... e Indiana Pacers. Estos últimos se encontraban siempre en etapas definitorias y complicando a cuanto rival se le cruzara. En Indianápolis, la figura y el líder del equipo era Reginald Wayne Miller, más conocido como "Reggie".
Este escolta californiano, nacido el 24 de agosto de 1965, que jugó en la Universidad de su estado y siendo el segundo anotador histórico de la institución, además de ser quien tiene el mejor promedio de anotación en una temporada de la liga universitaria, fue elegido en la primera ronda en el puesto 11 por Indiana Pacers. En esa franquicia jugó los 18 años de su carrera, llevándola a pelear los títulos de conferencia, además del título de la N.B.A. Desde el año 1994, el equipo tomó mayor protagonismo. A Miller lo acompañaban Rik Smits, pivot neerlandés con gran capacidad defensiva y con un aporte ofensivo importante, Dale Davis, Antonio Davis, Mark Jackson y Byron Scott, entre otros, para formar un conjunto compacto y muy duro de enfrentar. Miller asumió el liderazgo y era el centro de todos los escenarios. Solía provocar a los rivales, hablándoles al oído, y a varios espectadores, como por ejemplo las veces que se cruzaba dialécticamente con Spike Lee, famoso director de cine americano, en el mítico Madison Square Garden, de Nueva York. En ese escenario Miller se sentía particularmente cómodo y era donde solía inspirarse. Allí mismo fue donde, en el quinto partido de la semifinal de la Conferencia del Este, en 1995, faltando 18.7 segundos, Indiana Pacers perdía por 6 puntos ante los New York Knicks, y Miller convirtió dos triples seguidos y luego consiguió que le cometieran una falta ganando dos tiros libres que él mismo encestó, ganando ese partido y posteriormente la serie.
Sin embargo, siempre daba la sensación de que le faltaba un poco de suerte para lograr ser campeón de la N.B.A. En su conferencia, cayó ante Chicago Bulls en la final de conferencia en 1998 (el rival más duro que tuvieron los muchachos de Michael Jordan y compañía en la temporada de playoffs), perdió ante Orlando Magic en 1995 con un Shaquille O´Neal imparable, fueron eliminados dos veces por los New York Knicks ante un Madison Square Garden imponente e intimidante. Cuando más cerca estuvieron de ganar la liga, llegando a la final de la N.B.A en el año 2000, reforzado con Jalen Rose y la experiencia de Sam Perkins, pero cayeron por 4 a 2 ante Los Angeles Lakers, liderados por Phil Jackson como entrenador y por Shaquille O´Neal y Kobe Bryant en la cancha.
En los cinco siguientes años, Miller siguió liderando a la franquicia, ahora acompañado por Jermaine O´Neil y seguía siendo protagonista, pero ya estaba en la curva descendiente y se retiró del basquet sin haber obtenido lo que tanto buscaba: el anillo de campeón de su liga. Distinta suerte corrió representando a su seleccionado, donde obtuvo el Mundial de 1994 en Canadá y la medalla dorada olímpica en 1996 en Atlanta. Sin embargo, fue partícipe de la primera vez que Estados Unidos no llegó al podio mundial con los jugadores de la N.B.A, casualmente en la ciudad de la franquicia de Miller, en 2002.
Dueño de una personalidad avasallante y molesta para los rivales, de los mejores tiradores de triples de los últimos años, Miller ingresó en el Salón de la Fama en 2012 y será siempre recordado por sus duelos ante Michael Jordan, Spike Lee y grandes protagonistas en la década del 90 de la liga más importante de basquet.
El Puma
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