LA ERA DE LOS TORNEOS CORTOS: EL INCREÍBLE VÉLEZ CAMPEÓN 1995


 

    El torneo Apertura de 1995 fue inolvidable de principio a fin. Antes del inicio, por el mercado de pases explosivo. Boca Juniors había repatriado a Claudio Paul Caniggia, desde Benfica, para morbo y polémica de periodistas e hinchas. A su vez, el equipo "Xeneize" se aseguró a Diego Armando Maradona, a quién le quedaban unos meses de suspensión después del Mundial del año anterior. Cristian "Kily" González había llegado desde Rosario Central y así, los de la Ribera eran los máximos favoritos en las apuestas. River Plate venía de un semestre flojo, contrató a un ídolo de la casa como Ramón Díaz para que dirija al equipo, en lo que fue su primera experiencia. Enzo Francescoli, el emblema del equipo, se encontraba muy sólo. En Núñez se realizó un golpe de efecto contratando al capitán de la selección mexicana, Alberto García Aspe, pero el azteca no duró mucho en el conjunto "Millonario" teniendo un paso con más pena que gloria. Independiente comenzaba a dejar de brillar, pero seguía siendo candidato (de hecho retendría la Supercopa de campeones de América obtenida el año anterior). Racing también rompió el chanchito y se reforzó como para ser campeón. Marcelo Delgado, Rubén Capria, Silvio Carrario, eran los nombres más rimbombantes de la "Academia". San Lorenzo, campeón reinante, mantuvo el plantel que acababa de dar la vuelta olímpica. Quién no incorporó jugadores y mantuvo la base de los últimos años fue el gran Vélez Sarsfield dirigido por Carlos Bianchi. 

    La largada fue pareja para todos los equipos anteriormente nombrados. Hasta que llegó el debut de Maradona ante Colón de Santa Fe en una Bombonera estallada. Fue por la novena fecha. A partir de ese momento, Boca agarraría una racha ganadora que lo acercaría mucho al título. Si bien Caniggia estaba lejos de su nivel, la sola presencia de Maradona intimidaba a los adversarios y los "Xeneizes" ganaban sus partidos sin jugar del todo bien, pero logrando que sus rivales no pudieran lucirse. Estaba todo listo para empapelar la ciudad de Buenos Aires con el título boquense con Maradona como capitán en insignia. Pero, como reza un viejo adagio "nunca se debe subestimar el corazón de un campeón".

    En la 13era fecha, se enfrentaron Boca y Vélez en la Bombonera. En un partido no muy lucido, ganó el local por 1 a 0. Los de Liniers tocaron fondo, jugando uno de los peores partidos de la era de Bianchi como entrenador. Lejos de mostrarse abatido, el "Virrey" declaró "si queremos ser campeones, tenemos que ganar todos los partidos de acá hasta el final". Esas palabras parecieron motivar por demás al plantel y comenzó el recorrido. Con José Luis Chilavert agigantándose en el arco, Flavio Zandoná por el lateral derecho, Roberto Trotta y Víctor Hugo Sotomayor (alternando con Mauricio Pellegrino) en la zaga central y Raúl Cardozo por el lateral izquierdo. En el mediocampo, Marcelo Gómez era el volante central y se ganó el apodo de "Pulpo" por su manera de recuperar pelotas. José Basualdo jugaba libre por cualquiera de las dos puntas, Marcelo Herrera corría de un lado para el otro, siendo un gran pulmotor para el conjunto velezano, Roberto Pompei o Patricio Camps generaban juego desde los tres cuartos de cancha y adelante los dos tanques: Omar Asad y José Oscar Flores. 2 a 0 a Gimnasia, 2 a 1 a Colón, 2 a 0 a Argentinos Juniors, 2 a 0 a San Lorenzo, 2 a 0 a Belgrano para terminar goleando a Independiente, en Avellaneda, por 3 a 0. Mientras tanto, Maradona tenía un "déja vu". Así como en 1988 se le escapó un campeonato increíble en el Napoli, repetía en 1995 con Boca. 

    Vélez escribía un capítulo trascendental e inolvidable en la historia del fútbol argentino, consolidándose como uno de los equipos más importantes de la Argentina. Y lo mejor para la institución de Liners era que aún quedaban muchas páginas de gloria para llenar.

El Puma

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