ATENAS Y EL DOLOR DE YA NO SER

    "Chupe, chupe, chupe, no deje de chupar, Atenas es lo más grande del básquet nacional", entonaban furiosos los hinchas que colmaban el polideportivo Carlos Cerruti de la ciudad de Córdoba ante cada título obtenido por uno de los clubes fundadores históricos de la Liga Nacional de Básquet. Era habitual ver a los jugadores del conjunto cordobés, treparse a los aros y cortar las redes con tijeras tras la obtención de un nuevo título. Grandes equipos y grandes jugadores desfilaron por la institución "griega". Desde Marcelo Milanesio, siguiendo con Héctor "Pichi" Campana, Leandro Palladino, Fabricio Oberto, Diego Osella, entre tantos otros. Los inolvidables duelos con Ferro Carril Oeste (otro de los "padres fundadores" de la Liga), con Independiente de General Pico, con Peñarol de Mar del Plata u Olimpia de Venado Tuerto. 

    Siempre llegando a las instancias decisivas y acostumbrados a eso tenía este equipo a los aficionados de básquet. Pero después de la obtención del título en 2009, de la mano de Rubén Magnano en la dirección técnica, comenzó la sequía. Comenzó a quedar en el camino en instancias impensadas y los equipos ya no mostraban el brillo habitual, el Carlos Cerruti empezó a vaciarse hasta convertirse en un equipo más de la Liga, más cerca de las posiciones de descenso que de alzar otro trofeo. Aparecieron nuevos equipos, con más poderío económico y los días victoriosos de Atenas quedaron muy atrás. Incluso pasó a segundo plano en su ciudad, ya que hoy Instituto está más próximo a pelear por el campeonato. 

    No sólo a nivel local llegaban los logros, a nivel sudamericano también dominó y fue campeón, hasta jugó el Open McDonald´s, en Paris, donde estuvo a punto de enfrentar al mítico Chicago Bulls comandado por Michael Jordan. Al equipo cordobés le pesa su historia, su gloria pasada y el dolor de ya no ser. ¿Podrá volver a la cumbre? Depende puramente de Atenas.

El Puma