EL JUICIO A MERCEDES VLAOVIC, CAPÍTULO 5
El primer día del juicio había terminado. A la salida de Tribunales se encontraba la prensa. Mercedes no hizo declaraciones y se subió al auto de su abogado. Antes de entrar, se quedó inmóvil y observaba la plaza Lavalle con un aire contemplativo. Blanco la hizo volver y cuando se dio cuenta de que estaba mojada de la cabeza a los pies, se subió al vehículo. El abogado tenía una expresión tranquila, ella seguía asustada. “No se preocupe Mercedes, el fiscal no tiene un caso sino una obsesión enfermiza. Es un enano resentido que tuvo varios desengaños amorosos y se debe querer vengar de las mujeres del planeta,” le decía.
Al
día siguiente, a las nueve de la mañana, el doctor Blanco la pasó a buscar para
llevarla otra vez a Tribunales. Ese día debía prestar declaración el instructor
de tiro, Javier Schnigelplatz. Una vez más fue el fiscal quien comenzó con el
interrogatorio: “Señor Schnigelplatz, usted le dio lecciones de tiro a la
señora Mercedes Vlaovic, ¿es eso correcto?
- Sí, señor.
- ¿Cuántas
lecciones tomó la señora Vlaovic antes de la noche del crimen?
-
Aproximadamente tres o cuatro.
- ¿Y cómo
era su desempeño?
- ¿A qué se
refiere?
- Me refiero
a si aprendía rápido o si era más bien torpe.
- No,
aprendía muy rápido, tenía grandes condiciones.
- ¿Las
suficientes como para dispararle a alguien?
- Objeción
señoría, intervino Blanco, el testigo no está calificado para saberlo.
- Ha lugar,
asintió el juez.
- Voy a
cambiar la pregunta señoría. Señor Schnigelplatz, ¿cómo era su relación con la
acusada?
- Muy
correcta.
- Correcta.
¡Nada más! ¿Se han visto fuera del club donde usted enseña?
-
Ocasionalmente.
-
Ocasionalmente dice. Cuando se encontraban... ocasionalmente, ¿le habló ella de
su esposo?
- No señor.
- ¡Ah no!
¿Sabía usted que el matrimonio estaba en crisis?
- Eso lo
sabía todo el barrio.
- Como
también se sabía que ella era una esposa adúltera.
- Objeción
señoría, intervino Blanco, el fiscal está induciendo al testigo.
- Ha lugar.
- Disculpe
su señoría. ¿Conocía usted a Daniel Vlaovic?
- No
demasiado, nos cruzábamos en el barrio de vez en cuando.
- Puede
decirse que no lo conocía tan bien como a su esposa.
- ¿A qué se
refiere?
- A eso
mismo, usted tenía más trato con la señora que con el marido.
- Sí, pero
no mucho más.
- ¿No mucho
más? No es lo que se dice.
- Objeción,
cruzó Blanco otra vez.
- Señor
Elvira, déjese de opinar y pregunte por favor, ordenó el juez.
- Sí su
señoría. Usted hizo una declaración por escrito sobre un incidente que tuvo con
el señor Vlaovic, ¿es eso correcto?
- Sí señor.
- En su
declaración está escrito que usted golpeó al señor Vlaovic, ¿Quiere decirnos
por qué?
- Sí señor,
el señor Vlaovic estaba agrediendo a su esposa en público.
- ¿Está
seguro de que la estaba agrediendo?
-
Positivamente.
- ¿La estaba
agrediendo verbal o físicamente?
-
Verbalmente al principio.
- ¿Y luego?
- Luego la
tomó del brazo y la zamarreó.
- ¿Y usted
qué hizo?
- Salí en
defensa de ella.
-
¡Conociéndola tan poco!
- Bueno,
hice lo que todo caballero hubiera hecho.
- No me
diga. Lo felicito.
- Señoría
protesto, volvió a interrumpir Blanco, este interrogatorio no nos lleva a
ningún lado.
- Ha lugar.
Señor Elvira llegue al punto si es que hay alguno.
- A eso iba
señoría. Usted golpeó al señor Vlaovic en esa ocasión y, según otros testigos,
lo amenazó, ¿es correcto?
- Sólo
quería evitar que la siguiera golpeando.
- ¿Cómo sabe
usted que la iba a golpear?
- Es la
impresión que me dio.
- Pero no
llegó a golpearla, usted dice que la zamarreó.
- Así es.
- No está
seguro de que la fuera a golpear.
- Estoy
seguro que, de no haber intervenido, lo hubiera hecho.
- Entonces
la conocía más de lo que dice. En distintas declaraciones, varios vecinos
afirmaron haberlo visto varias veces junto a la señora Vlaovic y de manera…
¿cómo decirlo? Muy íntima. ¿Tuvo usted relaciones con la acusada?
- No,
contestó después de varios segundos de dudar.
- Señor
Schnigelplatz, le recuerdo que está bajo juramento. Se lo puede procesar por
falso testimonio, ¿está usted consciente de eso?
- Sí señor.
- Repito la
pregunta, ¿tuvo usted relaciones con Mercedes Vlaovic?”
Schnigelplatz no contestaba, tuvo que
intervenir el juez: “Conteste a la pregunta señor Schnigelplatz.
- Sí, dijo
en voz muy baja.
- Perdón no
escuché, insistió el fiscal.
- Sí, tuve
relaciones con la señora Vlaovic.
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