EL ÚLTIMO SAMURAI
Y llegó el día, 3 de agosto de 2021. La selección argentina de básquet disputaba los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 (se postergaron para 2021 por motivos de la pandemia de Covid 19) ante Australia. Cuando la derrota albiceleste era un hecho consumado (Australia se impuso por 97 a 59), faltando un minuto, el partido se detuvo para rendirle un merecido tributo al último integrante de la denominada Generación Dorada. Ambos equipos reconocieron la trayectoria personal y deportiva de Luis Scola, quien con 41 años, se despedía del conjunto nacional.
La historia de este gran basquetbolista comenzó en el club AFALP, en El Palomar, donde hizo sus primeras armas en el deporte, para luego seguir en el Club Ciudad de Buenos Aires y, en medio de su adolescencia, con 15 años, pasó a formar parte de una de las instituciones pilares de la Liga Nacional de Basquet: Ferrocarril Oeste. Debutó muy jovencito en el club de Caballito y en 1998, su último año allí, llevó al equipo dirigido por Enrique Tolcachier (ayudante del maestro León Najnudel, fallecido ese año) hasta las semifinales, cayendo en el partido decisivo ante Boca Juniors. Esa gran actuación, más otras destacadas en las selecciones juveniles, lo llevaron a España, al Tau Cerámica, que lo prestó por dos años al Gijón. En este último equipo, obtuvo el ascenso a la Liga ACB, antes de regresar a su club que cambió su nombre a Baskonia. Allí permaneció por 7 años.
En esos años, fue elegido en el Draft de la N.B.A por San Antonio Spurs, pero permaneció jugando en España un tiempo más. Su historia destacada la empezó a escribir en aquella selección argentina que armó Rubén Magnano, junto a Emanuel Ginóbili, Juan "Pepe" Sánchez, Alejandro Montecchia, Fabricio Oberto, Walter Hermann, Leandro Palladino, Andrés Nocioni, Hugo Sconochini, y Rubén Wolkowyski, entre otros. Junto a todos esos jugadores, consiguieron el primer triunfo en la historia sobre un combinado de Estados Unidos compuesto por integrantes de la N.B.A, en el Mundial disputado en Indianápolis en 2002. Sin embargo, tras unos fallos muy polémicos en la final disputada contra Yugoslavia, esa Generación Dorada no logró obtener ese campeonato, siendo una de las más grandes injusticias en la historia del deporte. Sin embargo, tanto Scola como sus compañeros, jamás se han quejado públicamente de ese hecho, enalteciendo aún más el logro conseguido allí. Tuvieron su revancha en los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004, donde volvieron a vencer a un equipo americano compuesto por jugadores de la N.B.A y venciendo en la final a Italia. Dos años después, tuvieron una nueva oportunidad en el Mundial de Japón 2006, pero cayeron en la semifinal ante España, a la postre campeón, tras fallar el último tiro sobre la chicharra.
Con los años, se iban retirando los integrantes de esa selección, pero tan sólo Scola se mantenía con la camiseta albiceleste. Todavía le quedaba una última gran función y fue en el Mundial de China 2019, donde de la mano del ya veterano Scola, la Argentina llegó a la final, cayendo ante España, la bestia negra de esta gran generación de jugadores. Gracias a ese logro, se clasificó a los Juegos Olímpicos, hecho que motivó al capitán a jugar un año más para poder estar (al final fueron dos). Lo hizo en Italia, en Olimpia Milano y Varese.
Pero en el medio de todo ese recorrido con la selección argentina, también hubo un paso de 10 años por la N.B.A. Si bien, San Antonio lo había seleccionado, el conjunto texano se terminó llevando a Fabricio Oberto, por lo que Scola aterrizó en Houston Rockets, dónde jugó 5 años y participó 2 veces de los playoffs. Luego, un año en Phoenix Suns para pasar a Indiana Pacers. En Indianápolis estuvo 2 temporadas y en una jugó playoffs. Sus últimos 2 años en la N.B.A se repartieron entre Toronto Raptors y Brooklyn Nets, para emigrar a los 37 años a la liga China. Shanxi Zhongyu y Shanghai Sharks fueron sus últimos clubes antes de jugar el Mundial de Japón.
Scola dejó la selección argentina pero su futuro es aún una incógnita. Físicamente demostró que está en condiciones de competir un tiempo más y en buen nivel. ¿Habrá un último baile en la carrera del ahora ex capitán albiceleste? Es una pregunta que solo el último samurai de la Generación Dorada podrá responder.
El Puma
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