UN ABURRIDO EMPATE CON UNA GRAN POLÉMICA
El fútbol no da respiro en Sudamérica y, a pocos días de finalizada la Copa América, se reanudó la Copa Libertadores de América con los primeros choques de octavos de final. En esta ocasión, se jugó el partido más esperado de esta etapa entre Boca Juniors y Atlético Mineiro, en la Bombonera e igualaron sin tantos.
El conjunto "xeneize" presentaba su nueva versión sin Carlos Tévez, pero con sus nuevos refuerzos como Norberto Briasco y Esteban Rolón entre los titulares, ingresando Nicolás Orsini en el segundo tiempo. Mucho se habló de este choque en la previa. Los brasileños fueron, en la fase inicial, los mejores, técnicamente, sacando 16 de 18 puntos posibles. Mientras que Boca, si bien clasificó sin sufrir demasiado, dejó varias dudas en cuanto a su rendimiento. En el primer tiempo, parecía haber cambios en el local, presionando un poco más arriba y mostrándose como un equipo más solidario y sacrificado, pero sin peso en la última línea. Sebastián Villa y Cristián Pavón eran picantes en el ataque con su velocidad por las puntas, pero Briasco no acompañó para la definición. Los "mineiros" mostraban alguna pincelada de Ignacio Fernández y la peligrosidad de Hulk, delantero muy difícil de marcar, pero sin prosperar. Si bien no pasó demasiado, las situaciones más claras las tuvo Boca. Pero el protagonista de la jugada del partido fue el árbitro colombiano Andrés Rojas quien, a instancias del VAR, anuló un gol a simple vista legítimo al equipo de la Ribera. La defensa brasileña realizó un defectuoso despeje y Briasco fue a forcejear con Rever, ganó el duelo y la pelota quedó picando para que Daniel González de cabeza venciera a Everson que había salido mal del arco. Se consideró falta en ataque del ex jugador de Huracán, sin embargo no está muy claro que haya habido empujón.
En el segundo tiempo, Mineiro bajó la persiana y apostó a la igualdad. Boca bajó su rendimiento aún más y ninguno se sacó diferencias. El local porque no pudo y el visitante porque no quiso. El partido fue demasiado aburrido, una gran decepción para todo lo que se había generado en la previa. Para una cosa sirvió: el conjunto brasileño es absolutamente terrenal y ganable, mientras que el "xeneize" es un equipo al que le falta mucho trabajo aún. En este trámite lento, dónde el fútbol brilló por su ausencia, Boca mereció un poco más.
El Puma
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