¡MUFA CHAU!
Argentina se consagró campeón de la Copa América al derrotar por 1 a 0 a Brasil, en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro, con un tanto de Ángel Di María. En un partido que comenzó jugándose a un ritmo lento, tan lento que parecía que estaban caminando, tardaron varios minutos en acercarse a alguno de los arcos y comenzaron a pegarse desde muy temprano, a tal punto que Fred vio la primera tarjeta amarilla del partido a los dos minutos, tras una fuerte falta a Gonzalo Montiel. Después de estudiarse por un rato, Brasil tomó la iniciativa y empezó a acercarse al arco de Emiliano Martínez, pero sin darle trabajo. A los 19 minutos fue la primera situación de peligro, a través de Richarlison, pero luego de rebotar su remate en Montiel, fue fácilmente controlado por Martínez. Cuando Argentina no lograba pasar la mitad de la cancha, Rodrigo De Paul sorprendió con perfecto pase a Di María, quien picó por la derecha, puso la diagonal y definió por arriba del arquero Ederson, para abrirl el marcador. El gol y posterior festejo, fueron un gran desahogo para el mediocampista de Paris Saint Germain, tan duramente castigado por la crítica y por las lesiones en los momentos claves.
A partir de ese momento, Brasil con la necesidad de lograr el empate, se lanzó en ataque, pero dejaba muchos huecos como para que Argentina contragolpeara. De Paul disputó su mejor partido desde que está en la selección, haciéndose de la pelota, habilitando a sus compañeros en ataque, marcando y, por momentos, anulando a Neymar y recuperando la pelota cuando Brasil se venía con todo. El trabajo defensivo del equipo albiceleste fue perfecto. Gonzalo Montiel frenó cada uno de los ataques rivales en el lateral derecho y no se amedrentó nunca ante Neymar y compañía. Cristian Romero mostró su solidez habitual, a pesar de no haber estado entero físicamente. Nicolás Otamendi se constituyó en una muralla en el fondo, mientras que Marcos Acuña era quién más se soltaba para el ataque. Leandro Paredes tuvo una actuación impecable, incluso para la contención, pero una tarjeta amarilla obligó a Lionel Scaloni a cambiarlo ni bien comenzó el segundo tiempo.
El segundo tiempo fue más intenso. Brasil perdió la calma que mostraba habitualmente y, ante la desesperación, comenzaba a abusar del juego brusco, las protestas y las exageraciones. Argentina, por su parte, seguía esperando agazapado para contragolpear y meter ese segundo gol que le diera la tranquilidad definitiva. Pero el asedio del local era cada vez mayor y Emiliano Martínez comenzó a erigirse en figura, teniendo tapadas fundamentales y espectaculares, como a los 41 minutos a Gabriel Barbosa. Sobre el final, Messi pudo cerrar definitivamente el marcador, pero dudó cuando estaba sólo frente a Ederson y perdió la pelota. Finalmente, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich, de buen desempeño acallando dudas que había respecto de su designación, pitó el final y la Argentina se quitó una mochila que cargó durante 28 años. Ese karma arrastró a varias generaciones de grandes futbolistas, y no sólo la última que culminó en Rusia 2018. Había 4 jugadores que tuvieron la ansiada revancha, que eran Nicolás Otamendi, Sergio Agüero, Ángel Di María y Lionel Messi, mientras que el resto del plantel no tenía nada que ver con eso y que no tendrán que llevar ese peso sobre sus espaldas. Ese karma se cargó a jugadores de la talla de Roberto Ayala, Javier Zanetti, Javier Mascherano, Luis González, Juan Román Riquelme, Pablo Aimar, Ariel Ortega, Juan Sebastián Verón, Andrés D´Alessandro, Carlos Tévez, Hernán Crespo, Javier Saviola, Maximiliano Rodríguez, por mencionar algunos de tantos. Este título, el 15° en la historia de la Copa América, también es para ellos. A partir de ahora, se podrá ver a una selección argentina un poco más aliviada para encarar lo que se viene. La mufa comenzó en 1993 y luego de 28 años, finalmente se le dice "chau".
El Puma
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