ESPAÑA GANA DESPUÉS DE SUFRIR POR DEMÁS; SUIZA DEJÓ HELADO A FRANCIA
España clasificó a los cuartos de final de la Eurocopa, tras vencer a Croacia por 5 a 3, en un partido con desarrollo cambiante y sorpresas por demás. Desde el inicio se vio una marcada superioridad del equipo que dirige Luis Enrique, pero un blooper protagonizado por Unai Ramón, arquero español, en una jugada inexplicable, puso en ventaja a los balcánicos sin que ellos mismos se lo hayan propuesto. El guardameta comenzó el partido con el pie izquierdo, aunque finalizaría siendo vital para evitar el triunfo croata posteriormente. Antes del final de la etapa inicial, lo empató Pablo Sarabia.
En el segundo tiempo, la "furia" salió con todo a buscar el segundo gol y lo consiguió bastante rápido. El conjunto croata estaba extrañamente desconocido y sin reacción. Había un sólo equipo en cancha, que generaba situaciones de gol y buscaba despegarse para poder luego bajar la persiana y dejar pasar el tiempo. Finalmente, España lo logró, se puso 3 a 1 y ya parecía estar todo liquidado. Y pudo haber marcado el cuarto, pero Dani Olmos estuvo con la mira desviada. Después de eso, el partido hizo un cambio de 180 grados: descontó Croacia y, cuando se morían los 90 minutos, lo empató. Con el 3 a 3, se fue al alargue.
El partido, mentalmente hablando, parecía que se volcaría en favor de los balcánicos ya que venían con todo el ímpetu y habían hecho cambios más ofensivos, pero los ibéricos demostraron tener, no solamente mejor equipo, sino también mejor actitud y en especial para levantarse y marcar los dos goles con que lograron la clasificación. En el balance final, dio la sensación de que España jugó 30 minutos de más. Fue superior la mayor parte del partido, aunque tuvo un momento de zozobra y allí es donde Unai Ramón se redimió de su crasso error inicial, siendo importante en la clasificación española a los cuartos de final.
SUIZA ELIMINÓ A FRANCIA
Suiza dio el gran batacazo de esta Eurocopa al dejar afuera al último campeón del Mundo y subcampeón europeo vigente. En un partido que comenzó con un baldazo de agua fría a los 15 minutos del primer tiempo, con un cabezazo de Haris Seferovic, para poner a los helvéticos en ventaja. Durante la etapa inicial, Suiza se dedicó a neutralizar a Francia y lo hizo muy bien. Los galos, que estuvieron groggy durante media hora, no lograban vulnerar la defensa rival y se fueron al vestuario sin generar demasiado peligro.
En el complemento, el trámite parecía ser similar, pero con Suiza más atento para contragolpear. Y fue así que a los 10 minutos, el árbitro argentino Fernando Rapallini (de muy buen partido) cobró un penal para los helvéticos. Ricardo Rodríguez tuvo la posibilidad de aumentar la diferencia y, tal vez, bajarle la persiana al encuentro, pero su remate anunciado fue contenido por el arquero galo, Hugo Lloris. Esa contención le dio una inyección anímica muy importante a los campeones del Mundo, quienes salieron con otra actitud y en 5 minutos, dieron vuelta el marcador con dos grandes definiciones de Karim Benzema. Allí quienes recibieron un golpe casi de knock out fueron los suizos, quienes no entendían lo que sucedía. Les Bleus no le dieron posibilidad para reaccionar y faltando quince minutos, un remate de larga distancia de Paul Pogba puso el partido 3 a 1 y daba la sensación de que estaba todo liquidado.
Faltando 8 minutos, Suiza reaccionó con otro cabezazo de Seferovic quien descontó y luego, perdido por perdido, fue en busca de la hazaña. Mario Gavranovic había definido ante Lloris, pero Rapallini anuló correctamente la jugada por posición adelantada. El mismo Gavranovic tuvo su revancha casi sobre el pitazo final y consiguió el impensado 3 a 3.
Durante el alargue, si bien ambos se cuidaron un poco más que durante los 90 minutos, no renunciaron al ataque y se asistió a un gran partido. No se sacaron diferencias y fueron a la definición por penales. Suiza metió sus primeros 5 y Francia sus primeros 4, debiendo Kylian Mbappé (visiblemente cansado, tras haberse acalambrado cerca del final) igualar para seguir la serie, pero el arquero suizo Yann Sommer se convirtió en el héreo de la jornada y se lo atajó, dejando mudo a todo el Estadio Nacional de Bucarest, a Europa y al Mundo. Suiza hizo historia en esta jornada y ahora deberá verse las caras con España en los cuartos de final.
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