LA ERA DE LOS TORNEOS CORTOS: RIVER, EL PRIMER CAMPEÓN DE LA MANO DE RAMÓN DÍAZ
En 1991, se oficializó la nueva
modalidad de torneos cortos y de que haya dos campeones por temporada. El año
anterior, se comenzó a utilizar, pero con un solo ganador, que surgiera del
campeón de cada torneo. Newell´s Old Boys obtuvo el Torneo Apertura 1990 y Boca
Juniors el Clausura 1991, consagrándose el equipo de Rosario en la final
disputada entre ambos. Tras la propuesta de la institución “Xeneize”,
finalmente la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió implementar la
nueva modalidad.
Los equipos comenzaban a reforzarse.
Boca vendió a su máximo goleador, Gabriel Batistuta, pero incorporó a mansalva
y nutrió a su plantel de muchos nombres. Luchó por el título, pero tuvo un
andar irregular. Independiente pasaba por una etapa de transición tras el
retiro de su máximo ídolo: Ricardo Bochini, quien asumió la dirección técnica
del equipo junto a Carlos Fren. La campaña fue apenas discreta. Racing había
tenido un buen semestre al principio de ese año, pero navegaría por la
irregularidad. River Plate tenía la misma base de las dos temporadas anteriores
y la dirección técnica de Daniel Passarella. Incorporó algunos jugadores
destacados de otros equipos, pero su carta fuerte fue la vuelta de un delantero
de la casa que acababa de triunfar en Europa: Ramón Ángel Díaz. El “Pelado”
potenció a ese conjunto compuesto por varios jóvenes y otros que se consagraron
en ese tiempo.
Passarella armó ese equipo con la
vuelta al club de Ángel David Comizzo en el arco, una línea de cuatro con
Fabián Basualdo por la derecha, Carlos Enrique o Jorge Gordillo por la
izquierda, mientras que en la zaga central estaban Jorge Higuaín y un entonces
ignoto zaguero que venía de Cipoletti de Río Negro: Guillermo Rivarola. En el
mediocampo, por el costado derecho estaba Julio César Toresani, recién llegado
de Unión de Santa Fe, o bien Gustavo Zapata, Leonardo Astrada como volante
central, Juan José Borrelli como enganche y Sergio Berti por el lado izquierdo.
Adelante, la potencia de Ramón Ismael Medina Bello y el goleador Ramón Díaz. El
conjunto de Núñez arrancó ganando los primeros 9 partidos del certamen, picando
en punta y casi sentenciando el campeonato en la mitad del mismo. Al mismo
tiempo, llegaba a la final de la Supercopa y estuvo a punto de obtenerla, pero
un inspirado Cruzeiro se lo impidió.
Si bien en el tramo final, bajó su
nivel, se proclamó campeón dos fechas antes de la conclusión del certamen y
tuvo en el retornado Ramón Díaz al máximo goleador del campeonato con 14
tantos. A su vez, en la penúltima fecha, frente a Platense en la cancha de
Independiente, Passarella hizo debutar a un joven atacante jujeño, atrevido y
gambeteador, que se iba a convertir en ídolo del club: Ariel Ortega.
Con 31 puntos en 19 partidos jugados
(en esa época, los triunfos otorgaban 2 puntos), producto de 14 triunfos, 3
empates y 2 derrotas (ante San Lorenzo, que le quitó el invicto, y Argentinos
Juniors el día que se proclamó campeón), River fue el mejor equipo de ese
torneo y un indiscutido campeón.
El Puma
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