JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: HUGO "PERICO" PÉREZ


 

         “Mire, mire qué locura. Mire, mire qué emoción. Perico se fue de Racing, vino a Independiente para ser campeón”, se escuchaba más de una vez en el viejo estadio de la Doble Visera, hoy rebautizado “Libertadores de América”. En Avellaneda, Hugo Leonardo Pérez hizo las divisiones inferiores en el club de sus amores, Racing. Se consolidó como el volante central titular de la “Academia”, hasta que tuvo un conflicto con la dirigencia encabezada por Juan Destéfano y se marchó del club. Su destino inmediato fue Ferrocarril Oeste, dónde jugó un año, hasta que desembarcó nuevamente en Avellaneda, pero en la vereda de enfrente. Independiente incorporó al mediocampista, en 1992, junto a varios refuerzos más, formando la base del campeón del torneo Clausura y la Supercopa de 1994.



         En el “Rojo”, Pérez alcanzó su mejor versión, siendo el 5 indiscutido del equipo, anotando goles importantes, tanto de tiro libre como de penal y consiguiendo ser convocado a la selección argentina para el partido repechaje ante Australia, válido para clasificar al Mundial de Estados Unidos 1994, como para luego ser titular en los primeros partidos del ciclo de Daniel Passarella al frente del conjunto albiceleste, hasta la Copa América de 1995, inclusive. Previamente, logró lo que todo jugador anhela: llegar a Europa.



         Vivado primero por los hinchas de la “Academia”, quienes luego lo silbaron en cada clásico y adorado, finalmente por los simpatizantes del “Rojo”, “Perico” nunca renegó de su hinchismo por su cuadro de origen. De hecho, cuando le tocó marcarle, jamás festejó los goles, demostrando así que la demagogia no iba con él. Y el primero que hizo, fue para terminar con una racha de una década sin triunfos para Independiente ante su clásico rival.

         Este volante central clásico, de buena marca, buena pegada y fuerte liderazgo fue uno de los tantos que se puso la camiseta de los dos equipos de Avellaneda. Formó parte del Racing campeón de la Supercopa 1988, aunque no tuvo participación activa, ya que en ese equipo tenía por delante a Miguel Ángel Ludueña – casualmente, otro jugador de la “Academia” que aterrizó en la vereda de enfrente tiempo después – y contaba con grandes figuras como Rubén Paz, Miguel Ángel Colombatti, José Raúl Iglesias, Ramón Ismael Medina Bello, entre otros. En Independiente contó con compañeros de la talla de Daniel Garnero, Gustavo López, Sebastián Rambert, Diego Cagna, Ricardo Gareca y Albeiro Usuriaga, ganando la Supercopa siendo titular y el campeonato local que tanto se le negaba, en ese entonces, a la “Academia”.

El Puma

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