EL AÑO EN QUE MARADONA SUPERÓ A SAN GENNARO
A principio de los años 80, Napoli se
propuso armar un plantel para pelear el campeonato local y hacerle frente a los
gigantes Juventus, Milan e Inter. Para ese ambicioso proyecto, comenzó buscando
jugadores en Sudamérica y contrató, en 1982 a Ramón Díaz, figura del Mundial
juvenil de Japón tres años antes. El “Pelado” venía de River Plate y era una
apuesta a futuro, sin embargo no logró volcar lo que se esperaba de él y se fue
al año siguiente a Avellino. En 1984, el club de camiseta celeste, realizó una
apuesta audaz y ambiciosa, trajo a la figura que estaba llamada a ser el mejor
jugador del mundo en esa década: Diego Armando Maradona. El crack argentino fue
adquirido a Barcelona y Nápoles le brindó la calidez que le faltó en Cataluña.
Sin embargo, con Maradona no alcanzaba,
había que rodearlo bien para poder lograr el deseado “scudetto”. Ese mismo año,
llegaron Daniel Bertoni campeón del mundo en 1978, desde Fiorentina y Salvatore
Bagni, titular de la selección italiana, desde Inter. Pero, a pesar de haber
obtenido triunfos resonantes ante Inter y Juventus en el estadio San Paolo, no
lograron entrar a las copas europeas. Al año siguiente, se consolidó Ciro
Ferrara como titular y se mantuvo la base del año anterior. Ahí se logró una
gran campaña, que culminó con el tercer puesto, a 6 puntos de Juventus (cuando
todavía se daban 2 unidades por triunfo).
Y en la tercera temporada, consolidando
a jugadores como Fernando Di Napoli, Andrea Carnevale, Francesco Romano y
dándole la capitanía del equipo a Maradona, quien venía con el envión de haber
sido campeón del mundo y trasladó su magia, en su mejor versión al equipo del
sur de Italia. Napoli ganó el primer “scudetto” de su historia en forma
brillante. Así como sucedió con la selección argentina en México 86, se formó
un equipo con buenos jugadores, orden táctico… y Maradona. Los napolitanos
destronaron a Juventus, derrotándolos tanto en el San Paolo como en Turín y
tuvieron éxitos resonantes ante los grandes de Italia. La idolatría de Maradona
llegó a niveles insospechados, tanto como para superar a San Gennaro, santo
patrón de la ciudad sureña. Y también tal es así, que al día de hoy, el estadio
San Paolo cambió a su nombre por el de Diego Armando Maradona.
El Puma
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