BILARDO EN BOCA: ¿FRACASO O IMPULSO INICIAL?
Terminaba el año 1995. Boca Juniors
venía de perder un campeonato prácticamente ganado. El torneo Apertura se lo
terminó quedando Vélez Sarsfield, de la mano de Carlos Bianchi. El “Xeneize”
perdió puntos muy importantes en las últimas fechas, especialmente ante Racing,
en la Bombonera, dónde fue goleado por 6 a 4 con actuaciones inolvidables de
Rubén Capria, Claudio López y Marcelo Delgado. Ese día, se celebraron las
elecciones presidenciales en el club y, después de más de una década, Antonio
Alegre y Carlos Heller terminaban su mandato y perdían el comicio ante Mauricio
Macri y Pedro Pompilio. El flamante mandatario, venía con ideas renovadoras y
había realizado una encuesta entre hinchas de Boca para elegir al entrenador.
La mayoría eligió al último entrenador que salió campeón del mundo con la
selección argentina: Carlos Salvador Bilardo.
El Narigón, conocido por su rigidez
táctica y disciplinaria, parecía ideal para solucionar el “caos” que había en
el plantel. Para el primer campeonato que disputó en el club, sólo incorporó a
Juan Sebastián Verón y a José Horacio Basualdo, le dio el protagonismo buscado
a Diego Armando Maradona y recuperó futbolísticamente a Claudio Caniggia, que
venía de tener un rendimiento paupérrimo en el Apertura anterior. El nivel del
equipo levantó muchísimo y fue protagonista del torneo. Hasta que enfrentó al
campeón vigente, el Vélez de Bianchi, quien tuvo como protagonista a su
arquero, José Luis Chilavert. El guardameta paraguayo tuvo otra actuación
consagratoria, marcando 2 goles en la goleada del “Fortín”, por 5 a 1, en
Liniers. Otro título se le escapaba a Boca. Al finalizar el Clausura 1996,
Bilardo determinó hacer una limpieza del plantel, al que consideraba “perdedor”.
Fueron víctimas de la escoba Alberto Márcico, Roberto Cabañas y Blas Armando
Giunta ni bien llegó el “Narigón”. En el siguiente receso, fueron marginados
Carlos Navarro Montoya, Carlos Mac Allister, Fabián Carrizo y Darío Scotto.
Verón, Fernando Gamboa y Cristian González fueron vendidos a Europa, Maradona
tuvo su penúltimo retiro, Caniggia se fue aduciendo que tenía ofertas del Viejo
Continente (volvió después de un año, dónde no jugó en ningún lado).
Llegaron Sandro Guzmán, Cristian
Dollberg, Fernando Cáceres, Silvio Carrario, Roberto Pompei, Julio César
Toresani, Diego Cagna, Cristian Traverso, Mauricio Pineda, Néstor Gabriel
Cedrés, Diego Latorre, Sebastián Rambert, Hugo Romeo Guerra, además de traer a
César La Paglia, Emanuel Ruiz, Fabricio Coloccini y Juan Román Riquelme,
jóvenes promesas que estaban en las inferiores de Argentinos Juniors.
El nivel del equipo fue decepcionante.
No se sabía a qué jugaba y perdía partidos insólitos. Sólo tuvo su momento de
alegría en el superclásico, que ganó por 3 a 2 en el último minuto. Ante ese
panorama, Bilardo, acostumbrado a pelear arriba, renunció. Los detractores del “Narigón”
aprovecharon para pegarle más que nunca, achacándole este paso por Boca como un
fracaso estrepitoso. Sin embargo, dos años después, con algunos retoques, llegó
Carlos Bianchi y comenzó la era más exitosa de la historia del club. ¿Fue
Bilardo quien puso la piedra fundacional de ese equipo al limpiar a un plantel
perdedor para revertir esa era y comenzar con una nueva?
El Puma
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