LEVANTÓ SU NIVEL, FUE SUPERIOR Y ESTÁ EN SEMIFINALES
Boca Juniors se clasificó a las
semifinales de la Copa Libertadores de América al derrotar, en la Bombonera, a
Racing por 2 a 0 y revirtiendo la derrota con diferencia mínima del partido de
ida.
Después de cinco minutos en dónde el
juego no tuvo trascendencia, con un Racing que demostró de entrada que su meta
era cuidar la diferencia inicial, Boca comenzó a atacar con frecuencia y
lastimando al fondo de la “Academia”. Si no abrió el marcador a los diez
minutos, fue porque el arquero del conjunto de Avellaneda, Gabriel Arias, se lo
impidió. Primero ante un mano a mano con Franco Soldano y luego con un remate
de media distancia de Carlos Tévez.
Los locales dominaban el partido,
mientras que los dirigidos por Sebastián Beccacece, sólo aspiraban a que
pasaran los minutos y le cedieron la posesión de la pelota a su rival. Sin
embargo, contrariamente a lo que mostraron a la ida, no tuvieron intensidad.
Hubo un solo equipo en cancha, que llegaba una y otra vez, chocando con la
solidez de Arias, la figura del partido. Miguel Ángel Russo resignó la pausa y
la creación, relegando a Edwin Cardona al banco de suplentes y puso un
mediocampo más combativo y experimentado. Diego González fue la sorpresa en la
formación “Xeneize”, mostrando actitud y sapiencia. Sin embargo, se retiró
lesionado y con lágrimas en los ojos. Con su pasado reciente como evidencia,
hubo preocupación en el cuerpo técnico boquense. Sebastián Villa volvió a jugar
por izquierda, pero más adelantado y no tenía que bajar a buscar la pelota.
Quién arrancaba desde esa posición era Frank Fabra. El lateral colombiano, al
no ser atacado como en Avellaneda, tuvo total libertad para hacer lo que mejor
hace: pasar al ataque.
La búsqueda del primer gol terminó a
los 22 minutos, tras un centro que rebotó primero en Villa y luego Eduardo
Salvio, con un preciso cabezazo, hizo estéril el esfuerzo de Arias e igualaba
la serie. Ese impacto parecía que iba hacer reaccionar a Racing, pero solo fue
una sensación. A los 25 minutos, los de Avellaneda tuvieron su primera llegada,
pero Lorenzo Melgarejo se lo perdió por rematar apurado. Boca volvió a apretar
el acelerador y pudo aumentar la diferencia, pero Arias nuevamente lo impidió
una y otra vez.
En el segundo tiempo, no hubo
diferencias. Si bien Beccacece movió el banco de suplentes, el panorama no
cambió. Los “Xeneizes” siguieron dominando. Era una fuerte apuesta sobre hasta
cuando iba a durar la resistencia de Arias, porque la defensa no acompañaba
para nada. Tal era la desorientación de Racing, que su capitán, Lisandro López,
tenía que bajar a posiciones defensivas para ver si la pelota le llegaba. La
prueba de ello fue el penal que le cometió a Eduardo Salvio, con una falta
típica de un delantero. Villa ejecutó el penal con mucha precisión sobre la
derecha de Arias, que adivinó pero no pudo contener. Allí se terminó todo. La “Academia”
quiso, pero no pudo reaccionar. Es muy difícil empezar a hacer algo distinto
después de 60 minutos de juego. Si bien tuvo alguna llegada, como el remate de
Carlos Alcaraz que Esteban Andrada envió al córner, pudo haberse ido con más
goles en contra. Arias volvió a impedir más festejos.
Boca fue lo que Racing le dejó ser. Aun
así, su triunfo y su clasificación son inapelables e indiscutibles. El conjunto
de la Ribera fue superior en los 180 minutos, levantó mucho su nivel y el de
varias de sus individualidades. Salvio y Villa se parecieron más a los que
salieron campeones de la última Superliga. Tévez manejó los hilos del equipo y
fue fundamental en el funcionamiento y el resultado. Resignó creación, pero
puso más contención en el mediocampo. Ahora, en la semifinal, lo espera Santos,
que eliminó por goleada a Gremio.
El Puma
Comentarios
Publicar un comentario