SE SALVÓ SOBRE LA HORA
River igualó en un tanto ante Atlético Paranaense, en Curitiba, por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América. En la previa, el trámite parecía favorecer al conjunto de Núñez, no sólo por ser el favorito para pasar a los cuartos de final, sino porque hubo seis casos de Covid-19 en el plantel brasileño, entre los que se encontraban sus dos arqueros. Sin embargo, en la cancha no se notó esa diferencia, y el debutante Bento estuvo a la altura de las circunstancias, mostrándose seguro en sus intervenciones.
En el primer tiempo, River fue superior
en la tenencia de la pelota, pero fallaba en los últimos metros. Matías Suárez
mostró sus dificultades a la hora de definir, en contraste a lo que muestra a
la hora de generar situaciones. El cordobés es quien más peligro lleva al área
rival, pero falla en el momento de concretar. Rafael Santos Borré, como es
habitual, corrió mucho, pero no fue lo letal que acostumbra a ser. Ignacio
Fernández mostró un rendimiento muy bajo, lento e impreciso. Nicolás De la Cruz
tampoco acompañó, se mostró con ganas y empuje, pero no lograba lastimar al
rival. En la última línea no había complicaciones, ya que Paranaense se
limitaba a defenderse.
El equipo de Curitiba no era parámetro,
al faltarle varios habituales titulares, pero estaba haciendo un papel más que
decoroso. Y cuando tuvo una ocasión clara, no la desaprovechó. Guilherme
Bissoli, recientemente ingresado, quedó con tiempo y espacio para rematar desde
la medialuna del área, cruzar el tiro y vencer a Franco Armani. Paranaense se
encontraba, sorpresivamente, en ventaja. Ese gol desconcertó a todo River.
Marcelo Gallardo movió el banco de suplentes inmediatamente e hizo ingresar al
colombiano Jorge Carrascal y a Julián Álvarez. El primero le cambió la cara a
los de Núñez y se vio un ataque algo más incisivo, pero lejos de lo que
acostumbra. A mitad del complemento, Paranaense se quedó con un hombre menos,
por la expulsión de Reinaldo, por doble amonestación. Sin embargo, en el tiempo
que le quedó del partido, no se notó ese hombre de más. El equipo argentino iba
con más fuerza, pero con pocas ideas. Hasta que, sobre el final, el chileno
Paulo Díaz concretó el empate con un preciso cabezazo. El resultado era justo.
River no jugó bien, no merecía irse
perdedor, pero se llevó el premio final. Paranaense realizó un partido muy
digno y se hizo respetar. Restan 90 minutos en Buenos Aires. Seguramente
Gallardo esperará que su equipo juegue mejor y que logre clasificar a los
cuartos de final.
El Puma
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