GRANDES EQUIPOS QUE NO FUERON CAMPEONES DEL MUNDO: FRANCIA 1986
Muchos grandes equipos serán recordados a lo largo de la
historia, aunque nunca hayan logrado coronarse campeones del mundo. Los más
memoriosos pueden nombrar a Hungría, en 1954, Países Bajos en 1974, Brasil en
1982, Italia en 1990 o Bélgica en 2018. Pocos mencionan a Francia, en 1986, de
la mano de Michel Platini. Esa selección gala comenzó su formación en el
Mundial de Argentina, 1978, dónde le tocó el “grupo de la muerte”, con el
local, Italia y Hungría. Salió tercero y, como curiosidad, el partido que ganó,
lo disputó con la camiseta de Kimberley de Mar del Plata.
En el campeonato siguiente, comenzó a verse la mejor versión
de “les bleus”. Tras un comienzo no muy promisorio, pasó la segunda fase de
grupo con facilidad y enfrentó a Alemania Federal, en la semifinal, en lo que
se conoció “la batalla de Sevilla”. Comenzaron ganando los teutones, con un
tanto de Pierre Littbarski. Pero los franceses lo igualaron antes de los 90
minutos con un penal de Platini. En el alargue, Marius Trésor y Alain Giresse,
pusieron a Francia arriba en el marcador por 3 a 1. Pero los alemanes, con Karl
Heinz Rumenigge y Klaus Fischer igualaron, para llevar a la definición por
penales y ser implacables, llegando a la final.
En 1984, en la Eurocopa disputada en su país, ese equipo de
Francia se consagró campeón. Solo faltaba la frutilla del postre: la
consagración en México 1986. Debutó jugando muy mal ante Canadá, a la que
derrotó con un gol de Jean Pierre Papin cuando faltaban 10 minutos para el
final. Contra la Unión Soviética, quien ganó el grupo por mejor diferencia de
goles, empató en un tanto. Para cerrar el grupo, goleó a Hungría, por 3 a 0,
con una actuación contundente. Ese segundo puesto, lo colocó en una llave
complicada en el cuadro de eliminación directa. En octavos de final, debió
enfrentar a Italia, último campeón, a la que venció por 2 a 0, con facilidad,
contundencia y muy buen juego. En cuartos de final, en lo que fue el mejor
partido de ese Mundial, se cruzó con Brasil, ganando por penales, tras igualar
en un gol. Llegó a la semifinal, otra vez, frente a Alemania Federal. Cansado y
con pocas piernas, no pudo ante el conjunto teutón, cayendo por 2 a 0. Le quedó
el consuelo del tercer puesto, derrotando a Bélgica por 4 a 2.
Ese equipo francés, contaba con un sólido Joel Bats, en el
arco. En la defensa, tenía por la derecha a un lateral fino con la pelota y con
proyección en ataque como si fuera brasileño: Manuel Amoros. La zaga central
estaba compuesta por Max Bossis y Patrick Battiston. Por la izquierda estaba
William Ayache o Thierry Tusseau. El mediocampo, lo mejor que tenía, estaba
compuesto por Jean Tigana, Luis Fernández, Dominique Rocheteau, Alain Giresse y
Platini, más adelantado, acompañado en ataque por Yannick Stopyra. Tuvo la
virtud de haber derrotado a dos equipos campeones en octavos y cuartos de
final, pero quedó muy desgastado para enfrentar a otro campeón. Si bien la
calidad era indiscutida, el alto promedio de edad le jugó en contra. ¿Hubiese
podido derrotar a la selección argentina campeona de ese Mundial? Es algo que
no podrá saberse. Sí, lo había hecho en un amistoso disputado entre ambos, tres
meses antes, por 2 a 0. Algunos lo tomaban como parámetro, pero el fútbol no es
una ciencia, y mucho menos exacta.
El
Puma
Abrazo grande! Muy buen análisis.
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