¿Y AHORA?

La noche del 26 de junio de 2016 no fue una más para la selección argentina. En el Metlife Stadium, de Nueva Jersey, el conjnto albiceleste se quedaba en la puerta de la definición de la segunda Copa América consecutiva, ante el mismo rival – Chile – y de la misma manera, en la definición por penales. Sumado a eso, había perdido la final del Mundial, dos años antes, ante Alemania. El equipo argentino no podía sacarse el karma del segundo puesto. Sin embargo, la noticia que hizo ruido esa noche, fue la renuncia de Lionel Messi a vestir la camiseta celeste y blanca. Asombro y estupor eran las sensaciones. Las voces que solían alzarse para criticar a la “Pulga”, se silenciaron. El periodismo que reclamaba por el armado de un seleccionado compuesto por jugadores locales, o solicitaban un recambio, quedaron sin palabras. “¿Y ahora?”, se preguntaban propios y extraños. Se armó una campaña mediática para suplicarle a Messi que revea su decisión y vuelva. La ciudad de Buenos Aires estaba empapelada con carteles que rezaban “No te vayas, Lio”. Allí se cayó en la cuenta de la dimensión que tiene el rosarino. Pasó poco menos de un mes, y el “operativo clamor” llegó a buen puerto: Messi volvió a ponerse la camiseta argentina y le dio el triunfo ante Uruguay, por las eliminatorias, con un gol suyo. Hoy, 25 de agosto de 2020, se repite una situación similar. La Pulga se cansó de los dirigentes de Barcelona y, según varios medios argentinos y españoles, pegaría el portazo. Quizás entienda que debe cambiar de aire y buscar nuevos desafíos. ¿Habrá tomado esta decisión? En caso de ser afirmativa la respuesta, ¿cambiará de opinión? ¿Habrá operación clamor? En la Ciudad Condal, la pregunta de los simpatizantes del Barsa es la misma: ¿y ahora? Cuando pensaban que Messi no jugaría en otro lado, o que tendría puesta la casaca blaugrana por los siglos de los siglos, tienen que empezar a asimilar la vida sin “Lio”. ¿Cuáles serían sus posibles destinos y por qué podría aterrizar allí? Manchester City es uno, dónde puede reencontrarse con Josep Guardiola, entrenador que inició la era triunfal de Barcelona y Messi. También puede estar al lado de su compadre, Sergio Agüero, formar un peligroso tridente ofensivo junto a Kevin De Bruyne, pelear la Premier League, las dos copas de liga y la U.E.F.A. Champions League. Inter, otra posibilidad, es un equipo que este año comenzó su reconstrucción, después de una década de fracasos estrepitosos. Al equipo nerazzurro le hace falta un retoque, y tener a Messi le daría un salto de calidad para disputarle el “scudetto” a la Juventus, campeón en las últimas 9 ediciones, pero que comienza un proceso de reconstrucción y emparejará el campeonato. El estímulo será volver con enfrentarse a su alter ego, Cristiano Ronaldo. Paris Saint Germain, equipo que sonó con fuerza en los últimos días, tendría la posibilidad económica de hacerse cargo de la ficha de Messi. Si el argentino quiere obtener títulos con cierta facilidad y frecuencia (liga, Copa de Francia y Copa de Liga), esa opción es la mejor, además de reencontrarse con Neymar y Ángel Di María. La contra es jugar en una liga donde, prácticamente, no tendrá resistencia. Se desveló el misterio de los últimos días. A pesar de que aún no hay confirmación oficial, la noticia parece inminente. Tanto Messi, como Barcelona, como los periodistas y los futboleros, vuelven a hacerse la misma pregunta: ¿Y ahora? El Puma