ESTOS SON MIS PRINCIPIOS


El futbolero es muy especial y el argentino, muy particular. Según como sopla el viento, tiene una opinión. Si gana, no importa si juega bien o mal, se ganó, se va al cielo y todo vale. Si se perdió, por más que haya jugado bien y haberlo hecho mejor que el rival, se va al infierno de los fracasados sin escalas. Cierto es que se puede cambiar de opinión por evolucionar y madurar, no es el caso – en la gran mayoría – del futbolero. Basta con ir al archivo y encontrar situaciones como las siguientes: - En mayo de 1986, la selección argentina salía desde Ezeiza para jugar un amistoso, en Barranquilla y luego dirigirse a México para disputar el Mundial. Nadie fue a despedir al conjunto nacional. No había ni la más mínima confianza en ese equipo que había clasificado con lo justo, no jugaba bien y hasta se intentó echar a Carlos Salvador Bilardo, su entrenador. El 29 de junio, en el estadio Azteca, el equipo albiceleste se consagró campeón del mundo por segunda (y última vez, al día de la fecha), y Diego Armando Maradona alcanzó la inmortalidad, siendo declarado como el mejor jugador del mundo, con una actuación individual brillante. Días después, una multitud recibió a ese equipo en Ezeiza y lo vivó en la Plaza de Mayo. Ah, Bilardo pasó a ser una eminencia (a pesar de haber tenido varios logros encima previamente a esto). - El 22 de junio de 1986, Argentina enfrentaba a Inglaterra en el estado Azteca, de México, por los cuartos de final del Mundial. Al comienzo del segundo tiempo, Maradona abrió el marcador metiendo la pelota con la mano. Ese gol quedó en la eternidad, se lo recuerda como ningún otro por habérselo hecho a los ingleses y señalándolo como el triunfo de la “viveza criolla”. A pesar de que, minutos más tarde, Maradona convirtió el mejor gol de la historia de los mundiales, dejando de lado a cuanto rival se le cruzara, ese primer tanto con la “mano de Dios”, se recuerda como el mayor hito del fútbol argentino. Los albicelestes terminaron venciendo por 2 a 1 y clasificando a la semifinal. El 17 de julio de 1995, en Rivera, Uruguay, por los cuartos de final de la Copa América, Argentina enfrentaba a Brasil. El equipo dirigido por Daniel Passarella, ganaba por 2 a 1 y estaba aguantando el resultado, por estar jugando con un hombre menos. Los de celeste y blanco estaban neutralizando a los de amarillo, quienes atacaban sin profundidad y sin llegar con claridad. Hasta que en el minuto 81, un pelotazo al área argentina, fue interceptado y bajado por la mano por el delantero Tulio, quien luego de esa acción, quedó cómodo para definir y empatar el partido. Luego Brasil pasó a semifinales en la definición por penales. “Nos robaron, siempre lo mismo, siempre nos afanan (sic), nos tienen envidia”, repetían los hinchas argentinos esa y otras tantas veces en la que, según ellos, sucedía una injusticia. ¿Viveza criolla? Bien, gracias. - El domingo 3 de julio de 1993, Argentina obtenía su 14ta Copa América, derrotando a México por 2 a 1 con ambos goles convertidos por Gabriel Batistuta. El conjunto entrenado por Alfio Basile llevaba, a esa fecha, un invicto de 31 partidos y se encaminaba para disputar las eliminatorias para clasificar al Mundial de Estados Unidos 1994. “Quédense tranquilos, la selección argentina pasa estas eliminatorias”, decía un famoso locutor en una publicidad de su radio. Dos meses después, el 5 de septiembre, en el estadio Monumental, el equipo albiceleste experimentó su derrota más dura en una ronda clasificatoria, al ser goleado y vapuleado por Colombia por un lapidario 5 a 0. “Vergüenza”, rezaba la tapa negra de la revista El Gráfico. Los mismos jugadores que habían sido bicampeones de América, que fueron invictos durante 33 partidos ya no servían más. Basile tenía que renunciar para muchos. Dos meses después, Argentina clasificaba agónicamente frente a Australia y jugó el Mundial. - El 12 de junio de 2002, en Miyagi, Japón, Argentina cerraba su actuación en el Grupo F, de la primera ronda del Mundial Corea y Japón. Había vencido a Nigeria por 1 a 0 y perdido ante Inglaterra por el mismo marcador. Debía vencer ese día a Suecia para clasificar a los octavos de final. En la previa a ese partido, no había dudas: a Marcelo Bielsa, entrenador del equipo, pasara lo que pasara, se le debía renovar el contrato. Eso por la muy buena actuación albiceleste en la previa, contando eliminatorias y triunfos en amistosos contra potencias futbolísticas. Bastaron 90 minutos para que Bielsa pasara de gran “estratega y estudioso” a ser un “incapaz que se pasa horas mirando videos innecesariamente”. Argentina empató ese partido y se volvió a su casa en la fase de grupos. - En mayo de 2015, River y Boca disputaban los octavos de final de la Copa Libertadores. El partido de ida, lo ganó River por 1 a 0 y se debía jugar la revancha, en la Bombonera. El primer tiempo se cerró sin abrir el marcador y cuando el conjunto de Núñez se dirigía a la cancha, la manga que conduce al equipo fue tajeada por el tristemente célebre barra brava apodado “El Panadero” y se introdujo gas pimienta, que afectó a varios futbolistas de la Banda Roja. El partido fue suspendido y Boca descalificado. El hincha “xeneize” reclamaba jugar el resto del encuentro y su presidente, Daniel Angelici, se mofaba de River acusándolo de ganar por “escritorio” y repitiendo permanentemente que “los partidos se ganan en la cancha”. El 24 de noviembre de 2018, se iba a disputar la final entre River y Boca, en el estadio Monumental, tras un empate en 2 tantos en la Ribera. A pocas cuadras del estadio mundialista, el micro de Boca fue atacado por hinchas de River, destrozando los vidrios y lastimando a algunos jugadores. Angelici quería que descalifiquen a los “millonarios”, olvidando su discurso sostenido por tres años, mientras que Rodolfo D´Onofrio, titular de River, lo chicaneaba diciendo: “Vengan a jugar, no somos tan buenos”. - Durante la cuarentena, aún vigente, mucho se ha dicho sobre la reanudación del fútbol. Los equipos del interior, estaban en condiciones de entrenar desde muy temprano, pero desde la Asociación del Fútbol Argentino, les pidió que esperen a que todo el país entre a fase 5 apelando a la ventaja deportiva que tendrían. La Conmebol confirmó la fecha de reanudación de la Copa Libertadores y los equipos argentinos participantes (todos de Capital Federal y Gran Buenos Aires) solicitaron entrenarse antes que el resto por la reanudación. El futbolero argentino es muy cambiante y no resiste archivo. Parafraseando al inolvidable Groucho Marx, sin que se le mueva un pelo, afirma: “Estos son mis principios, y si no les gustan… tengo otros”. El Puma

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