ESTA VEZ GANÓ GOLIAT
Comenzaron
los cuartos de final de la U.E.F.A Champions League, a partido único – debido a
la pandemia del COVID 19, hubo que acortar los tiempos y adoptar este formato –,
en Lisboa, sede designada para disputar la final de esta edición. La
competencia abrió con el enfrentamiento entre Paris Saint Germain y Atalanta.
El primero, con un presupuesto multimillonario, un plantel poblado de figuras y
presidido por un poderoso jeque qatarí. El otro, equipo de Bergamo, tierra
famosa por su polenta, en el norte de Italia, con un presupuesto mucho más
modesto, pero de muy buen andar en esta temporada.
Para
muchos analistas del fútbol, no hubiese sido realmente una sorpresa si vencía
el equipo bergamasco. Los medios de comunicación posiblemente se relamían con
esa posibilidad, para hablar de épica, de hazaña, de crisis en el perdedor y,
principalmente, el triunfo del humilde ante el poderoso. En el primer tiempo, a
pesar de que la primera ocasión clara de gol fue del conjunto francés, fue de
dominio atalantino. Los “nerazzurri” presionaban en campo rival, atoraban y
asfixiaban la salida adversaria. Con paciencia y buen juego, los italianos se
pusieron en ventaja con una gran definición del croata Mario Pasalic.
En
el segundo tiempo, sucedió lo que se esperaba que sucediera. Paris Saint
Germain salió determinado a buscar el empate, pero se encontró con una fuerte
resistencia y un contragolpe casi mortal del otro lado – Atalanta contó con un
par de ocasiones que podrían haber liquidado el partido en los momentos
iniciales del complemento –. Y lo más lógico llegó al cuarto de hora, ingresó
el joven y veloz Kylian Mbappé para darle más peso al ataque y acompañar a un
Neymar que luchaba en soledad. Sin embargo, los minutos pasaban y los nervios
iban adquiriendo un lugar preponderante, como también el cansancio de Atalanta.
En el minuto 89 vino el golpe más duro, empató el zaguero central brasileño Marquinhos
tras una inserción en el área de Neymar. Eso derrumbó a los bergamascos. El
desenlace posterior era algo predecible, y fue inmediato. Mbappé, con su
velocidad, desbordó, llegó hasta el fondo y jugó hacia atrás para que el
germano-camerunés Eric Maxim Choupo-Moting le diera la clasificación a las
semifinales para los parisinos.
Gran crónica de ese partido!!!
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