ES HORA DE BUSCAR NUEVOS DESAFÍOS
Hace casi 16 años que Lionel Messi debutó en el primer equipo del Barcelona. El holandés Frank Rijkaard fue quien lo hizo saltar al campo de juego con los mayores, de forma oficial, por primera vez, en un clásico frente al Espanyol. El rosarino era una de las esperanzas del club, producto casi genuino de la cantera catalana – realizó sus primeros años de divisiones inferiores en Newell´s Old Boys – se esperaba mucho de él. Ronaldinho, la figura del equipo en ese entonces, ya decía que Messi iba a ser mejor que él. No faltaron quienes veían en “La Pulga”, similitudes técnicas con Diego Armando Maradona. Demasiadas expectativas para un joven futbolista. Y vaya si cumplió.
Con 34 títulos (entre distinciones personales y campeonatos
obtenidos con el Barcelona) y más de 700 goles marcados, es el jugador
argentino que fue más veces distinguido en la historia del fútbol. Su único
trago amargo, fue no haber obtenido un título con la selección argentina mayor
(fue campeón mundial juvenil en 2005 y medallista dorado en los Juegos
Olímpicos 2008), a pesar de que obtuvo el premio de mejor jugador del Mundial
2014, disputado en Brasil, y que es el goleador histórico del conjunto
albiceleste. Hace 12 años que entre él y el portugués Cristiano Ronaldo, se
reparten el Balón de Oro. Cuando parece que va a bajar su nivel, él se
reinventa y sigue marcando goles y batiendo récords. No hay dudas de que si
Messi dejara de jugar en lo inmediato, quedará en el podio de los mejores de la
historia.
Pero, por lo que muestra semana a semana, la idea de colgar
los botines no pasa por la cabeza del rosarino. Se lo sigue viendo entero, pero
en un equipo aburguesado y cuyo nivel cayó mucho en los últimos 5 años. Si bien
los catalanes siguen estando entre los 2 mejores equipos de España, y entre los
8 de Europa su rendimiento dista mucho de lo que era en su esplendor. Si no
fuera por “La Pulga”, en opinión de quien escribe, el Barcelona sería hoy un
equipo de mitad de tabla. Nadie imagina a Messi y al equipo “Culé” tomando
caminos separados, ni mucho menos un final de ciclo, aunque tarde o temprano,
llegará inevitablemente.
En su faceta personal, se lo ve muy cómodo. Establecido en Barcelona desde hace muchos años, con su familia y en uno de los equipos más importantes del mundo. Pero en lo deportivo, se nota que está estancándose por la falta de un desafío nuevo. ¿Qué más se le puede pedir que gane con la camiseta “blaugrana”? ¿Puede tener esa oportunidad con el mismo equipo y los mismos compañeros? La respuesta puede ser positiva. Pero, a veces, para un multicampeón, es bueno cambiar de aire. Cristiano Ronaldo se dio cuenta de eso, dejó Real Madrid después de una década, habiendo ganado todo lo que podía y, viendo que terminaba una era del conjunto “merengue”, se fue a buscar nuevos retos. No sería descabellado pensar que Messi debiera hacer lo mismo. ¿Adónde? ¿Buscará cambiar de liga? ¿Inglaterra? ¿Italia? ¿Alemania? ¿Argentina? Muchos interrogantes que suenan cada vez más fuerte. Quizás un nuevo desafío, en un lugar nuevo y con otras energías, hasta lo motiven más como para buscar el título que le falta con la selección argentina. ¿Lo hará?
El Puma
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